Érase una vez, hubo un molinero que, al morir, repartió entre sus tres hijos todas las riquezas que tenía. Al mayor le quedó en herencia el molino, al mediano un asno, y al menor, que se llamaba Juanito, el gato. El hijo pequeño quejábase de su mala suerte, pues creía que sólo poseyendo un gato, no podría sobrevivir. ¡menuda suerte tienen mis hermanos! el mayor tiene el molino, toda la vida podrá trabajar de molinero, y el pan nunca faltará en su mesa. El mediano, con el asno, ayudará al mayor a transportar la harina, y también vivirá bien. En cambio, yo, qué se supone que debo hacer, de un gato?...ESCUCHA TODO EL CUENTO, DALE AL PLAY